Primavera: Renacimiento, crecimiento y renovación

(Traducción al español más abajo)

La primavera como parte del ciclo eterno de la Tierra

La primavera trae consigo un renacimiento palpable en la naturaleza. Los árboles reverdecen, las flores florecen y los campos recuperan su vitalidad. Esta estación también invoca un renacimiento espiritual y una profunda conexión con la naturaleza en muchas tradiciones culturales y religiosas.

La primavera marca el final del invierno y abre la oportunidad de un ciclo de renacimiento y renovación. En el ámbito espiritual, este renacimiento se interpreta como una oportunidad para dejar atrás viejas formas de ser y abrirnos a nuevas posibilidades de crecimiento y transformación. Al igual que las flores emergen de la tierra, nosotros también tenemos la oportunidad de crecer y evolucionar en distintos ámbitos de nuestra vida.

La primavera es una época sagrada marcada por celebraciones y rituales especiales. Para los cristianos, la primavera coincide con la celebración más importante del calendario religioso: La Pascua. Este acontecimiento conmemora la resurrección de Jesucristo, que simboliza la renovación espiritual y la esperanza de la vida eterna. La primavera, con su renacimiento de la naturaleza, sirve de poderoso recordatorio de esta promesa de redención y renacimiento. En el budismo, esta estación nos recuerda la impermanencia de todas las cosas y la importancia de cultivar la compasión y la sabiduría en la vida cotidiana. La primavera es un recordatorio de la capacidad de renovación que reside en cada ser humano y de la naturaleza cíclica de la existencia.

La Medicina Tradicional China (MTC ) concibe al ser humano como parte integrante de la naturaleza al entender que los cambios en el entorno pueden repercutir en el cuerpo humano. Desde esta perspectiva, el estudio de cómo adaptarse a un entorno en constante cambio para mantener un equilibrio óptimo es CLAVE. La primavera está estrechamente asociada con el elemento madera, y los órganos que rige son el hígado y la vesícula biliar. Según la creencia china, este periodo es ideal para purificar el cuerpo de las toxinas acumuladas y revitalizar nuestra energía. Podemos apoyar al organismo y a estos órganos modificando nuestra alimentación, por ejemplo, optando por una dieta ligera que facilite la digestión y ayude a disolver y eliminar las toxinas acumuladas.

Aumentar las cantidades de:

  • Verduras frescas de hoja verde.

  • Nuevo crecimiento, como brotes u ortigas frescas de nuevo crecimiento

  • Alimentos de sabor picante: menta, cebollino, romero, cebolleta, ajo, jengibre, berros

  • Sabores dulces y picantes: nabos tiernos, guisantes, espinacas, legumbres y semillas.

  • Evita utilizar demasiada sal. La sal es pesada, ralentiza y pesa. Funciona de forma opuesta a la energía de la primavera.

El hígado se concibe como un órgano Yin con una función Yang: almacena la sangre y la distribuye por todo el cuerpo. En un estado equilibrado, la energía de la madera que representa es dinámica, incesante y dirigida hacia la acción. Sin embargo, si esta energía se ve obstaculizada por un estilo de vida sedentario, emociones intensas o estrés, tiende a acumularse y bloquearse. Tanto el hígado como la vesícula biliar están relacionados con la toma de decisiones, el discernimiento y la claridad mental. Este momento nos invita a liberarnos de viejos patrones de pensamiento y a visualizar nuevos proyectos. La energía del hígado, que se manifiesta a través de los ojos, influye en nuestra visión tanto literal como metafóricamente, afectando a cómo percibimos el mundo. La primavera puede ser una época inestable y provocar cambios de humor inesperados. Puede ser difícil predecir cómo nos vamos a sentir de un momento a otro. Resistirse a los cambios necesarios puede hacer de la primavera una época difícil de superar. Es entonces cuando necesitamos encontrar una forma de relajarnos, suavizarnos, mirar hacia dentro y comprender cuál es el cambio que tememos o que no queremos hacer.

Una estrategia eficaz para contrarrestar los aspectos negativos del elemento madera es dedicar tiempo a estirar y mover el cuerpo. El ejercicio y la actividad física favorecen automáticamente una mejor circulación sanguínea. Para ayudarnos a despertarnos y ponernos en movimiento, queremos introducir algún movimiento suave en nuestra vida. El comienzo de la primavera todavía no es el momento de volverse loco con ejercicios de alta intensidad, en su lugar lo que queremos hacer es incluir movimiento y estiramientos para abrir los músculos y aflojar los tendones; respirar el aire fresco de la primavera, relajarse y pasar más tiempo al aire libre. Caminar más, bailar, hacer yoga o simplemente subir escaleras para mantener el cuerpo en movimiento. Los árboles y la primavera van de la mano, y los bosques nos dan el espacio que necesitamos para la reflexión tranquila y la introspección.

La primavera es una época de expansión, evolución, crecimiento y cambio y representa un periodo ideal para sembrar nuevas intenciones dejando atrás lo que ya no nos sirve para poder nuevos propósitos y valores.

Algunas preguntas que puedes hacerte:

  • ¿Qué le produce auténtica satisfacción? Identifica los comportamientos, las personas y los patrones mentales que deseas abandonar y reflexiona sobre cómo deseas establecer conexiones significativas con los demás, con la vida y contigo mismo.

  • ¿Hay actitudes y hábitos que han marcado tu vida pero que ya no te sirven, si es que alguna vez lo hicieron?

  • ¿Hay relaciones, actividades, aficiones u obligaciones que ya no te benefician?

  • ¿Es el entorno en el que vive el adecuado para usted, o ha llegado el momento de cambiar de aires?

Aprovecha la energía de la primavera para dar un nuevo rumbo a tu vida. En primavera se nos ocurren nuevas ideas, podemos planificar y organizar.

Según el Ayurveda, los masajes secos son estupendos en primavera y hacer pequeños cambios en tu entorno, como mover los muebles o reorganizar la despensa, también contribuyen a este movimiento necesario. El objetivo es pasar de la naturaleza estática del invierno a la actividad primaveral, eligiendo siempre actividades que te gusten.

En cuanto a la ropa y los aromas, elige tejidos ligeros y fragancias frescas como la melisa y la menta.

- Escrito por María Vega


La Primavera Como Parte Del Eterno Ciclo De La Tierra

La primavera, trae consigo un renacimiento palpable en la naturaleza. Los árboles reverdecen, las flores brotan y los campos recuperan su vitalidad. Esta estación también invoca un renacimiento espiritual y una profunda conexión con la naturaleza en muchas tradiciones culturales y religiosas.

La primavera marca el fin del invierno y abre la oportunidad a un ciclo de renacimiento y renovación. En el ámbito espiritual, este renacimiento se interpreta como una oportunidad para dejar atrás las viejas formas de ser y abrirnos a nuevas posibilidades de crecimiento y transformación. Así como las flores emergen de la tierra, nosotros también tenemos la oportunidad de crecer y evolucionar en las diferentes áreas de nuestras vidas.

En muchas tradiciones, la primavera es un momento sagrado marcado por celebraciones y rituales especiales. Para los cristianos, la primavera coincide con la celebración más importante del calendario religioso: la Pascua. Este evento conmemora la resurrección de Jesucristo, simbolizando la renovación espiritual y la esperanza de la vida eterna. La primavera, con su renacimiento de la naturaleza, sirve como un poderoso recordatorio de esta promesa de redención y renacimiento. En el budismo, esta temporada nos recuerda la impermanencia de todas las cosas y la importancia de cultivar la compasión y la sabiduría en la vida cotidiana. La primavera es un recordatorio de la capacidad de renovación que reside en cada ser humano y la naturaleza cíclica de la existencia.

Les comparto un texto que me enviaron sobre la Pascua:

El tiempo de Pascua es tiempo de empezar de nuevo desde una página en blanco. La palabra Pascua (pascae en latìn, pèsaj en hebreo) significa PASO.

En el caso de los judíos representa el cruce del Mar Rojo, es decir el PASO de la esclavitud hacia la libertad.

Para los católicos se conmemora la Resurrección de Cristo, es decir, el PASO de la muerte hacia la vida eterna.

Incluso para los ateos significa la Supremacía del Espíritu por sobre la Materia.

Por eso en estas Pascuas deseo de todo corazón que nos animemos y demos ese PASO.

El que nos haga pasar:

De la Resignación a la Acción ;

De la Indiferencia a la Solidaridad;

De la queja a la búsqueda de soluciones;

De la desconfianza al abrazo sincero;

Del miedo al coraje de volver a apostar todo por amor;

De recoger sin vergüenza los trozos de sueños rotos y volver a empezar;

De la autosuficiencia al compartir el fracaso y los éxitos

De hacer las paces con nuestro pasado para que no arruine nuestro presente,

Y de saber que de nada sirve ser luz, si no podemos iluminar el camino de alguien.

Felices Pascuas.

La Medicina Tradicional China (MTC) concibe al ser humano como parte integrante de la naturaleza, entendiendo que los cambios en el entorno pueden impactar en el cuerpo humano. Desde esta perspectiva, se promueve el estudio de cómo adaptarse a un entorno en constante cambio para mantener un equilibrio óptimo.

La MTC se fundamenta en principios estacionales que guardan relación con los elementos naturales, los órganos internos y las emociones predominantes en cada estación. La primavera, por ejemplo, está estrechamente asociada con el elemento madera y los órganos que rige son el hígado y la vesícula biliar. Según la creencia china, este periodo es ideal para depurar el cuerpo de toxinas acumuladas y revitalizar la energía vital. Además, la primavera se caracteriza por ser un tiempo de expansión, evolución, crecimiento y cambio. Es común experimentar un aumento de energía y una disposición más abierta para realizar planes y emprender nuevos proyectos durante este periodo.

Desde esta perspectiva, el hígado se concibe como un órgano Yin con una función Yang: almacena la sangre y la distribuye por el cuerpo. En un estado de equilibrio, la energía de la madera que representa es dinámica, incesante y dirigida hacia la acción. Sin embargo, si esta energía se ve obstaculizada por un estilo de vida sedentario, emociones intensas o estrés, tiende a acumularse y bloquearse. Tanto el hígado como la vesícula biliar están vinculados con la toma de decisiones, el discernimiento y la claridad mental. Este momento invita a liberarse de viejos patrones de pensamiento y a visualizar nuevos proyectos. La energía del hígado, que se manifiesta a través de los ojos, influye en nuestra visión tanto literal como metafóricamente, afectando la manera en que percibimos el mundo.

Una estrategia efectiva para contrarrestar los aspectos negativos del elemento madera es dedicar tiempo a estirar y mover el cuerpo. El ejercicio y la actividad física promueven automáticamente una mejor circulación sanguínea. Dado que la primavera representa el

período para sembrar nuevas intenciones, es propicio dejar atrás lo que ya no sirve y cultivar nuevos propósitos y valores. ¿Qué te brinda satisfacción genuina? Identifica las conductas, personas y patrones mentales que deseas abandonar y reflexiona sobre cómo deseas establecer conexiones significativas con los demás, con la vida y contigo mismo/a.

La primavera marca la transición de invierno a verano, por eso este tiempo nos invita a preparar tanto cuerpo como mente para este cambio. Según la Ayurveda, algunas cosas que puedes llevar a cabo son:

El movimiento, ya sea caminar, bailar, practicar yoga o simplemente subir escaleras, es fundamental mantener el cuerpo en movimiento. Además, realizar masajes en seco y realizar pequeños cambios en tu entorno, como mover muebles o reorganizar tu despensa, también contribuyen a este movimiento necesario. El objetivo es pasar de lo estático del invierno hacia la actividad primaveral, siempre eligiendo actividades que disfrutes.

La ligereza, durante el invierno, tendemos a buscar alimentos más pesados y dulces de manera inconsciente. Sin embargo, en primavera, es crucial optar por una alimentación ligera que facilite la digestión y ayude a disolver y eliminar toxinas acumuladas. Prioriza alimentos cocidos, de colores brillantes y utiliza especias como canela, cúrcuma y jengibre y clavo para aligerar los platos. Evita remover leguminosas y opta por tostarlas. En cuanto a la ropa y los aromas, elige tejidos ligeros y fragancias frescas como la melisa y la menta.

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