Vivir la vida intencionadamente

¿Cuándo se hace una tarea pendiente? ¿Es cuando lo tachamos de nuestro cuaderno o de las notas del móvil? ¿O vive más tiempo... quizá en nosotros?

He estado haciendo esto de tachar enérgica e intensamente un elemento de mi lista de "cosas por hacer" tan pronto como he dado el primer paso para lograrlo, incluso si sólo he hecho esa primera llamada telefónica para comenzar la tarea. Pero la pregunta es: ¿lo he hecho realmente? Sea cual sea la respuesta, lo cierto es que quiero superarlo RÁPIDAMENTE. A veces lo tacho de mi cuaderno con tanta fuerza que ni siquiera puedo leer lo que había allí en primer lugar, lo que, por supuesto, hace realmente difícil determinar si realmente TERMINÉ la tarea. Me propuse encontrar mi intención

Quizá esta urgencia por tachar nuestras tareas pendientes esté alimentada por el miedo a no hacerlas y, al no hacerlas, defraudar no sólo a nosotros mismos, sino también a los demás.

Es importante notar si nuestra obsesión por la eficiencia y por hacer las cosas es más fuerte que cómo hacemos esas cosas y quiénes somos mientras las hacemos. ¿Vivimos la vida intencionadamente?

Nuestras tareas pendientes viven con nosotros en nuestra mente 24 horas al día, 7 días a la semana, queramos o no. Forman parte de nuestro momento presente y, por tanto, tienen el poder de teñir toda nuestra vida. Lo que hacemos nos moldea constantemente; y lo que es más importante, cómo hacemos esas cosas puede transformar nuestra mente. Así que, o elegimos hacerlas con gracia y firmeza, o pueden pesarnos hasta que consigamos deshacernos de ellas.

Y sí, lo entiendo... muchas de ellas no son divertidas, por eso las llamamos "tareas pendientes". Algunas se vuelven terribles porque nos resistimos a hacerlas. Sin embargo, acabaremos haciéndolas de todos modos, ¿no? Así que en lugar de sentirnos al borde de un precipicio, ¿por qué no elegimos estar con todas las cosas que aún tenemos que hacer, y HACERLAS con la conciencia de que no somos ellas?

Mi profesora Monica Jaggi solía decir:

"Percibir la INACCIÓN en la ACCIÓN"

El cuerpo y la mente están actuando y haciendo cosas todo el día, pero el Ser real no está haciendo. El SER permanece como testigo. ¿Te sientes ansioso? Entonces pregúntate, ¿quién está ansioso? Yo no. La mente está ansiosa. Debemos DEJAR de identificarnos con la mente. Sepárala y rescátate de la identificación errónea. 

Confiemos un poco más en nuestra capacidad de HACER con gracia, desde un lugar centrado y desapegado.
Asana es una meditación en movimiento. Es decir, pasar de la inconsciencia a la superconsciencia. Vivamos en superconciencia. Empecemos a vivir la vida intencionadamente.

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Atentamente,

Fernanda