Yoga y Pilates: dos prácticas parecidas con propuestas diferentes
A simple vista, el yoga y el pilates pueden parecer parecidos: ambos fortalecen, equilibran y desarrollan la conciencia corporal. Sin embargo, su intención, su origen y su manera de trabajar el cuerpo son completamente distintos.
Ambas disciplinas buscan el equilibrio, pero lo hacen desde lugares opuestos:
El yoga nace como una filosofía milenaria que une cuerpo, mente y espíritu.
El pilates surge como un método físico que busca fuerza, precisión y control postural.
En Asana Groove creemos que no hay una práctica "mejor" o "peor", sino diferentes caminos para diferentes momentos. Lo importante es entender qué busca cada una y cómo puede ayudarte.
El yoga: alineación, enraizamiento y expansión
El yoga tiene más de 5000 años de historia y nació en la actual India como un camino hacia la unión del cuerpo, la mente y el espíritu.
Su práctica se basa en los Yoga Sutras de Patanjali, donde se entiende que el cuerpo es una herramienta para alcanzar estados más elevados de conciencia.
El yoga trabaja con alineación, enraizamiento y expansión. Cada postura(asana) se construye con precisión, buscando estabilidad y espacio a la vez. A través de la respiración consciente(pranayama), el cuerpo se fortalece mientras la mente se aquieta.
En algunas clases, como las de Jivamukti Yoga, se integran mantras, música, filosofía y meditación para ampliar la experiencia física hacia lo espiritual.
El yoga también nos invita a "echar raíces", lo que significa comprometerse con un lugar, una comunidad y una forma de vida. En esta práctica, ese compromiso toma la forma de satsang, la buena compañía: el campo compartido de practicantes que se animan y apoyan mutuamente.
Más que un entrenamiento, el yoga es una práctica de conciencia. Te enseña a escuchar antes de actuar, a observar antes de reaccionar, a sostener con intención y no solo con fuerza.
El pilates: control y técnica del movimiento
El pilates, creado por Joseph Pilates a principios del siglo XX, nació como un método de acondicionamiento físico enfocado en fortalecer el cuerpo desde su centro.
Su propósito es puramente físico: mejorar la postura, estabilizar el core y prevenir lesiones. Combina elementos de la gimnasia y la danza con una respiración torácica y direccional que acompaña cada movimiento.
El pilates se basa en seis principios fundamentales: control, concentración, precisión, fluidez, respiración y centro.
Cada ejercicio se realiza con una intención técnica muy clara: alinear, fortalecer y equilibrar la estructura corporal.
No busca la espiritualidad ni el trabajo energético, sino la biomecánica perfecta del cuerpo en movimiento. Es una práctica ideal para quienes buscan precisión, fuerza y control, especialmente útil en rehabilitación o entrenamiento físico consciente.
En qué se diferencian
Aunque ambas disciplinas conectan mente y cuerpo, sus caminos son muy distintos.
El yoga trabaja desde dentro hacia fuera: utiliza el cuerpo como vehículo para equilibrar la energía, calmar la mente y expandir la conciencia. Se apoya en la respiración profunda y la alineación para generar apertura, enraizamiento y expansión.
El pilates trabaja desde fuera hacia dentro: busca controlar el movimiento físico, fortalecer los músculos profundos y mantener una estructura corporal estable. Su enfoque es técnico, preciso y funcional.
En el yoga hay alineación y estructura, pero siempre con propósito energético y consciente. En el pilates hay técnica y control, pero sin la dimensión espiritual o meditativa.
El yoga alinea y expande; el pilates controla y estructura.
La respiración: el punto en común
La respiración es el puente que une mente y cuerpo en ambas disciplinas, aunque se usa de formas distintas.
En el yoga, el pranayama es una respiración profunda y expansiva que guía el movimiento y calma el sistema nervioso.
En el pilates, la respiración es torácica y direccional: se utiliza para estabilizar el centro y mantener el control postural.
En otras palabras, el yoga usa la respiración para liberar y conectar, mientras que el pilates la usa para sostener y controlar.
Qué práctica elegir
Si buscas una práctica que te conecte contigo mismo, que te enseñe a moverte con conciencia y a vivir con intención, el yoga es el camino.
Si lo que necesitas es fortalecer tu centro, mejorar tu postura o trabajar desde la precisión física, el pilates es tu mejor opción.
Y si combinas ambos, encontrarás equilibrio entre la expansión del yoga y la estructura del pilates.
Asana Groove: donde cuerpo, mente y comunidad se unen
En Asana Groove (Calle Serrano 40, Madrid, barrio Salamanca) ofrecemos sobre todo clases de Jivamukti Yoga, una práctica que combina posturas físicas, canto de mantras, filosofía, música y meditación.
Cada sesión es una experiencia completa: movimiento consciente, respiración profunda y conexión interior.
Aquí el cuerpo se alinea, la energía se expande y la mente encuentra calma.
Asana Groove no es solo un lugar para practicar, sino un espacio para enraizarte, expandirte y compartir buena compañía.